La precisión en la medida y la toma de contacto con el material es el propósito del segundo ejercicio. Se plantea un programa sencillo,que pretende
resolverse en un solo elemento, pero que exige reflexión y cálculo preciso
sobre las dimensiones y la escala apropiada.
Además el lugar elegido es
muy concreto y determinante, necesita de operaciones ajustadas y
meditadas. También se inicia el contacto con los materiales como un elemento
fundamental para el carácter del proyecto, quizá el aspecto menos ‘medible’
pero más importante en arquitectura.
Una obra, por encima de la cualidad
funcional, formal, constructiva o filosófica, debe acertar en el carácter, la
manera en que se ‘presenta’ entre los demás elementos con los que convive
y los sentimientos que produce cuando se habita.